Xiaomi Mi TV Q1 75″, análisis: este televisor es el matagigantes con el que Xiaomi irrumpe en la gama alta
Xiaomi tiene un porfolio gigantesco de productos, pero no todos ellos tienen la misma importancia para esta marca desde un punto de vista estratégico. No lo decimos nosotros; lo afirman, entre líneas, los responsables de esta compañía en España. Y lo demuestra con mucha claridad su filosofía: la matriz de Xiaomi solo es responsable al 100% del diseño y la fabricación de los smartphones, los routers y los televisores.
A finales de 2019, poco después de la llegada a España del Mi TV 4S, el primer televisor de esta marca que aterrizó en Europa, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Abi Go, la jefa de producto global de Xiaomi. Y nos confirmó lo importante que es el mercado de los televisores en la estrategia de esta compañía. De alguna manera estas declaraciones nos preparaban para el paso que esta marca acaba de dar.
Y es que el televisor al que vamos a dedicar este análisis es la primera propuesta que llega a Europa con la que Xiaomi va a competir en la gama alta con los pesados pesados de este mercado, entre los que se encuentran Sony, Samsung, Panasonic, Philips o LG, entre otras marcas.
No cabe duda de que no va a tenerlo fácil, pero las teclas que ha tocado la compañía china para convencer son las correctas: HDMI 2.1, soporte HDR completo, 120 Hz y retroiluminación FALD. Veamos cómo le ha ido en nuestro banco de pruebas.
Xiaomi Mi TV Q1 75″: sus especificaciones técnicas apuntan alto
El panel LCD de tipo VA de este televisor ha sido fabricado por TCL. La relación de contraste de la tecnología VA es mayor que la de los paneles de tipo IPS, y la cifra que según Xiaomi arroja la matriz de este televisor es muy buena (10 000:1). No obstante, para alcanzarla el esquema de retroiluminación que han implementado los ingenieros de la marca china es de tipo FALD (Full Array Local Dimming), una solución que refleja la vocación de codearse en la gama alta que tiene este televisor.
Para resolver la retroiluminación Xiaomi ha apostado por una matriz de 384 diodos LED agrupados en 192 zonas sobre las que es posible actuar de forma independiente
Para resolver la retroiluminación Xiaomi ha apostado por una matriz de 384 diodos LED agrupados en 192 zonas sobre las que es posible actuar de forma independiente. Son buenas cifras, y para ilustrarlo podemos fijarnos en la matriz a la que recurre el modelo Q95T de Samsung, el televisor insignia con resolución 4K UHD de esta marca en 2020, que tiene 120 zonas. Los números son importantes, pero el algoritmo utilizado para gestionar la retroiluminación también es crucial, por lo que más adelante comprobaremos cómo rinde el que han puesto a punto los ingenieros de Xiaomi.
Una característica en la que se nota que el panel ha sido fabricado por TCL es la tecnología utilizada para restituir el color. Y es que este televisor incorpora la tecnología QLED, por lo que utiliza nanocristales para, según Xiaomi, proponernos una cobertura del 95% del espacio de color DCI-P3. Un apunte más: su capacidad máxima de entrega de brillo roza, de nuevo según la marca china, los 1000 nits.
Este televisor tiene conectividad HDMI 2.1 (aunque solo en un conector) y puede procesar los metadatos HDR de las tecnologías Dolby Vision, HDR10+ y HDR10
Hay televisores con panel LCD de otras marcas, como Samsung o Sony, que tienen una capacidad de entrega de brillo más alta, pero estos 1000 nits deberían bastar para que los contenidos Dolby Vision, HDR10+ y HDR10 luzcan bien. De hecho, aquí tenemos otra cualidad de este televisor: puede procesar los metadatos HDR de los formatos más utilizados actualmente, lo que en este terreno lo coloca en la misma liga en la que compiten Panasonic, Philips, TCL y Hisense, pero no Samsung, Sony y LG, que tienen un soporte HDR menos ambicioso.
Afortunadamente, Xiaomi no se ha olvidado de la conectividad HDMI 2.1. Esta norma marca la diferencia en nuestra experiencia con juegos, y, además, las consolas de nueva generación y las últimas tarjetas gráficas para PC la utilizan. Eso sí, solo uno de los tres puertos HDMI es 2.1 (el 2). Es una lástima que solo tenga tres conectores y no cuatro, que es lo habitual en las teles de cierto tamaño y gama alta, y que solo uno de ellos satisfaga la norma 2.1 completa.
XIAOMI MI TV Q1 75″ | Características |
---|---|
PANEL | LCD VA QLED 4K UHD de 75 pulgadas y 8 bits + FRC con relación de aspecto 16:9 |
RESOLUCIÓN | 3840 x 2160 puntos |
HDR | Dolby Vision, HDR10+, HDR10 y HLG |
RETROILUMINACIÓN | FALD (Full Array Local Dimming) con 384 diodos LED y 192 zonas |
CONTRASTE | 10 000:1 |
BRILLO MÁXIMO | 1000 nits |
REFRESCO NATIVO | 120 Hz |
ÁNGULOS DE VISIÓN | 178º / 178º |
SOC | MediaTek MT9611 |
RAM | 2 GB |
ALMACENAMIENTO | 32 GB eMMC |
SISTEMA OPERATIVO | Android TV 10 |
SONIDO | Altavoces estéreo (2 x 15 vatios) |
PROCESADO DE AUDIO | Dolby Audio y DTS-HD |
CONECTIVIDAD | 1 x HDMI 2.1, 2 x HDMI 2.0, 2 x USB 2.0, 1 x Ethernet, 1 x salida digital óptica, 1 x RF y 1 x jack de 3,5 mm |
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA | Wi-Fi 802.11ac y Bluetooth 5.0 |
DIMENSIONES | 1673,5 x 368,9 x 1029,9 mm (con la peana) |
PESO | 33,3 kg (con la peana) |
PRECIO | 1299,99 euros |
Xiaomi Mi TV Q1 75″ QLED con Dolby Vision, HDR10+ y HDMI 2.1
El diseño de este televisor convence y está muy bien acabado
En las fotografías que ilustran este análisis podéis ver que los marcos superior y laterales de este televisor son muy finos. El inferior, como suele ser habitual, es más grueso, pero no desentona. Los marcos y el perfil lateral del televisor están fabricados en una aleación de aluminio muy bien mecanizada, por lo que hasta aquí no tengo nada que objetar. La parte trasera del televisor es de plástico, pero el policarbonato que ha utilizado Xiaomi es bastante rígido, por lo que, en mi opinión, está a la altura.
La peana de este televisor también es de aleación de aluminio, aunque su acabado es ligeramente diferente al de los marcos debido a que Xiaomi se ha decantado por un estilo ligeramente cepillado que a mí me parece muy bonito (podéis verlo en la segunda fotografía de esta sección del artículo). En lo que se refiere al diseño de la peana, curiosamente, Xiaomi ha seguido un camino diferente al de buena parte de las marcas con las que compite, que suelen apostar por una peana o dos pies minimalistas.
La peana de este televisor no es en absoluto minimalista. Tiene un tamaño generoso y destaca mucho, pero no me parece en absoluto un problema debido a que por su diseño encaja bien en la apuesta estética que nos propone este televisor. Además, garantizar la estabilidad de un panel de 75 pulgadas como el que tiene este dispositivo no es pan comido, y gracias a sus dimensiones esta peana cumple a la perfección su cometido.
Su calibración cumple, pero tiene margen de mejora
Los fabricantes de televisores cada vez se esmeran más con la calibración de sus dispositivos. Actualmente en mi opinión las marcas que nos proponen la calibración de fábrica más refinada son Sony y Panasonic. De hecho, el acabado visual que nos entregan sus televisores de gama alta nada más sacarlos de la caja es impecable. Este dispositivo de Xiaomi cumple muy bien, pero no está a ese nivel.
Para sacar el máximo partido al panel lo ideal es dedicar algo de tiempo al ajuste fino de parámetros como la corrección gamma o la temperatura de color
No pongo en duda su capacidad de reproducción del color porque, efectivamente, la habilidad con la que las nanopartículas modifican la longitud de onda de la luz emitida por los diodos LED es indiscutible. Y, objetivamente, como veremos en la siguiente sección del análisis, su restitución del color tiene un buen nivel. Sin embargo, para sacar el máximo partido al panel lo ideal es dedicar algo de tiempo al ajuste fino de parámetros como la corrección gamma o la temperatura de color.
Cambiando de tercio, el sistema operativo que incorpora este televisor es Android TV 10, una plataforma que a mí estéticamente me gusta menos que las últimas revisiones de Tizen y webOS, los sistemas operativos que utilizan Samsung y LG respectivamente en sus televisores, pero que corre con una fluidez irreprochable. El chip que se encarga de ejecutar este software es un MT9611 de MediaTek, un SoC con cuatro núcleos y una GPU Mali G52 MP2 que convive con 2 GB de RAM y que es también el responsable de la conectividad HDMI 2.1 de este televisor.
El mando a distancia que nos propone Xiaomi para actuar sobre el comportamiento de este televisor es el mismo que hemos utilizado en otros productos de esta marca. En pocos minutos conseguiremos hacernos con él, e incorpora los botones que nos permiten acceder a las funciones más relevantes del televisor, así que hasta aquí no tengo nada que objetar. La principal pega que le pongo es la misma que he puesto a los mandos a distancia de la mayor parte de sus competidores: incorpora solo dos botones de acceso directo a Netflix y Prime Video, y creo que sería una buena idea que tuviese al menos dos más, por ejemplo, a YouTube y HBO.
Tiene lo que hace falta para no amedrentarse en la gama alta
Para poner a prueba este televisor LCD con contenido cinematográfico recurrí a mi batería de películas habitual en Blu-ray 4K y Blu-ray Disc, en la que destacan cintas como ‘Joker’ o ‘Gorrión rojo’. También utilicé contenido de Netflix y YouTube que conozco muy bien, y nuestro reproductor de vídeo en esta ocasión fue la consola Xbox Series X que se ha hecho espacio a codazos en nuestra plataforma de pruebas.
La fotografía que podéis ver debajo de estas líneas la tomé utilizando mi microscopio digital, y en ella podéis ver con claridad el patrón de distribución de los subpíxeles RGB que permiten generar las imágenes. La nitidez con la que podemos observar la matriz refleja que la lámina utilizada por Xiaomi para dispersar la luz y mejorar los ángulos de visión del panel VA no emborrona su definición. A priori esto suena bien, pero más adelante comprobaremos si sus ángulos de visión están a la altura, y también si consigue mantener bajo control los reflejos.
En algunas de las fotografías que ilustran esta sección del artículo veréis que apenas hay luz ambiental. Es algo intencionado debido a que lo que nos interesa es recoger de forma fidedigna las imágenes que nos entrega el panel. Tomando esta premisa como punto de partida mi conclusión es que la capacidad de restitución del color de este televisor está fuera de toda duda.
El siguiente fotograma pertenece a un vídeo elaborado por Dolby para, entre otras cosas, revelar la riqueza cromática de un panel, y después de observarlo detenidamente me da la sensación de que la cobertura del 95% del espacio de color DCI-P3 que anuncia Xiaomi, que, además, está en consonancia con las cifras que manejan Samsung y TCL en sus televisores QLED, es creíble.
El panel VA que ha elegido Xiaomi resuelve el contraste de este televisor de una forma muy convincente. Sus negros no son tan profundos como los de los dispositivos OLED, como podíamos esperar, pero la combinación de un contraste nativo muy alto y un esquema de retroiluminación FALD bien planteado permiten a este Mi TV Q1 recuperar mucho detalle en las regiones en sombra, aunque no tanto en altas luces (las más iluminadas).
Al igual que todos los televisores LCD, tiene algo de blooming (es ese defecto que se manifiesta bajo la forma de unos halos que rodean las zonas más iluminadas de cada fotograma), pero no es nada dramático en absoluto.
El balance de blancos de este televisor viene muy bien afinado de fábrica, por lo que no me parece necesario dedicarle más tiempo. Eso sí, como acabo de mencionar el nivel de detalle que recupera en las regiones más iluminadas de cada fotograma no es tan alto como el que extrae de las regiones más oscuras. En este terreno los televisores LCD más avanzados de Sony y Panasonic hacen un trabajo más convincente, aunque es justo reconocer que también son sensiblemente más caros.
La profundidad y el nivel de detalle que recupera este televisor cuando el contenido acompaña son muy altos. Y tiene mucho mérito si tenemos presente que Xiaomi no tiene la experiencia que han acumulado la mayor parte de las marcas con las que va a competir en la gama alta en la puesta a punto de los algoritmos de procesado de la imagen. No es en absoluto el televisor con el procesado de imagen más refinado que he analizado, pero rinde a muy buen nivel, sobre todo si tenemos presente que esta marca nos está entregando un televisor de 75 pulgadas con un hardware muy capaz por unos razonables 1300 euros.
La notable capacidad de entrega de brillo de este televisor (1000 nits) y el buen trabajo que hacen su panel y la retroiluminación FALD en la resolución del contraste provocan que los contenidos HDR luzcan realmente bien. No es el televisor más espectacular que he probado en este terreno (aquí las propuestas de gama alta de Samsung y Philips campan a sus anchas), pero es muy convincente. Además, como he mencionado unos párrafos más arriba, tiene un punto muy sólido a su favor: procesa tanto contenidos Dolby Vision como HDR10+.
Otro reto del que este televisor sale bien parado es la gestión del movimiento. En este terreno sucede lo mismo que en los demás: no es tan refinado como los televisores de gama alta más avanzados que nos proponen algunos de sus competidores, pero resuelve realmente bien las secuencias en las que se producen desplazamientos rápidos de la cámara porque consigue minimizar con eficacia el desenfoque (es fácil percibirlo en aquellos fotogramas que contienen carteles con texto, como, por ejemplo, la secuencia inicial de ‘Notting Hill’).
Si observáis con atención algunas de las fotografías que ilustran este artículo veréis que en las zonas más oscuras del panel se producen algunos reflejos. Cuando tienes el televisor delante no molestan demasiado, pero en este ámbito este televisor tiene margen de mejora. Eso sí, cuando se produce un destello intenso frente a él consigue localizarlo en una porción acotada del panel, como podéis ver en la siguiente fotografía, y esto es bueno.
Otro ámbito en el que los ingenieros de Xiaomi también pueden afinar más sus televisores, especialmente aquellos modelos que tienen tantas pulgadas como este, es el impacto en la experiencia de los ángulos de visión. Si miras el panel VA de este dispositivo desde una posición relativamente centrada la percepción del color es muy correcta, pero a medida que te desplazas hacia una ubicación más escorada se degrada ligeramente. No es nada crítico, pero está ahí y merece la pena tenerlo en cuenta si vamos a instalar este televisor frente a un sofá de grandes dimensiones y cabe la posibilidad de que alguna persona lo mire desde un lateral.
Tiene HDMI 2.1, y esta característica marca la diferencia con PS5 y Xbox Series X/S
Para evaluar el rendimiento de este televisor con videojuegos recurrí a nuestra Xbox Series X y a varios títulos sensibles a la latencia, como son ‘Gears 5’ u ‘Ori and the Will of the Wisps’. En este escenario de uso no tiene la última palabra en términos de latencia, y, por tanto, no nos propone los sorprendentes 9,4 ms del Q95T de Samsung, y tampoco se mueve en la órbita de los 15 ms en la que se sienten cómodos el XH90 de Sony y los últimos modelos OLED de LG. Yo diría que su latencia está próxima a los 20 ms, por lo que la mayor parte de los jugadores no tendrá ningún problema con este parámetro.
Durante nuestras pruebas la Xbox Series X a la que lo conectamos no activó las prestaciones VRR (frecuencia de actualización variable) y ALLM (modo automático de baja latencia) que debería haber habilitado al identificar que el televisor incorpora conectividad HDMI 2.1. Es probable que se deba a que la versión del firmware que incorpora esta tele es aún algo prematura, por lo que presumiblemente Xiaomi podrá resolverlo lanzando una actualización. De ser así confiamos en que llegue pronto.
Su sonido cumple, pero no sorprende
El sonido se responsabiliza de una parte importante de nuestra experiencia cuando disfrutamos una película, una serie o un videojuego, y el hardware que tiene este televisor para resolverlo no está nada mal. Incorpora dos tweeters, que se encargan de reproducir las altas frecuencias, y cuatro woofers, que restituyen la gama media y las frecuencias bajas. Estos altavoces están excitados por un amplificador estereofónico que trabaja en clase D y tiene una capacidad de entrega de potencia de 30 vatios (2 x 15 vatios).
Si no nos excedemos con el nivel de presión sonora el audio de este televisor es satisfactorio, pero cuando le pedimos más la distorsión se presenta y la fatiga auditiva aparece. Además, su extremo grave está muy lejos de ofrecernos la pegada que nos garantiza un subwoofer, por lo que lo ideal es apostar por una buena barra de sonido, o, mejor aún, por un equipo multicanal dedicado que nos garantice un nivel de presión sonora elevado libre de distorsión y un extremo grave con impacto. Un último apunte: este televisor procesa contenidos Dolby Audio y DTS-HD Master Audio.
Xiaomi Mi TV Q1 75″: la opinión y nota de Xataka
Este televisor es un caballo ganador. Los cinéfilos que aspiran a conseguir la mejor calidad de imagen posible y manejan un presupuesto holgado tienen a su alcance opciones más atractivas, pero aquellos usuarios que persiguen la relación precio/prestaciones más alta tienen en este Mi TV Q1 75″ de Xiaomi un aliado muy valioso. Como hemos visto, su calidad de imagen no es de referencia absoluta, pero es alta y resuelve razonablemente bien incluso los fotogramas conflictivos.
Ojalá llegue con tamaños más comedidos para que pueda hacerse con él quien no tenga espacio para una tele de 75 pulgadas
Además, nos propone soporte completo de las tecnologías HDR más utilizadas actualmente, incluidas Dolby Vision y HDR10+; tiene un conector HDMI 2.1, y su diseño y su acabado están a la altura de los que nos ofrecen modelos mucho más caros de sus competidores. Los «sacrificios» que tendrá que aceptar quien decida comprarlo son una calibración de fábrica con margen de mejora; un manejo de los reflejos correcto, pero no de primera división; y un sonido satisfactorio pero por debajo de su calidad de imagen.
Tampoco puedo pasar por alto que, incomprensiblemente, incorpore solo tres puertos HDMI. Y que solo uno de ellos implemente la norma 2.1. Lo ideal hubiese sido que tuviese cuatro y que todos ellos fuesen HDMI 2.1. Es evidente que este televisor no es perfecto, pero a cambio de los 1300 euros que Xiaomi nos pide por él nos entrega mucho. Muchísimo. Y esto juega claramente a su favor. Ojalá llegue con tamaños más comedidos y un precio aún más bajo para que pueda hacerse con él quien no tenga espacio en su salón para colocar un televisor de 75 pulgadas.
8,5
A favor
- Su calidad de imagen global es muy alta, aunque no de referencia
- Nos propone soporte HDR completo. Dolby Vision y HDR10+ están incluidos
- Implementa la norma HDMI 2.1 completa, aunque solo en un conector
- Su diseño y su acabado encajan en la gama alta
- Su relación precio/prestaciones es estupenda
En contra
- Tiene solo 3 puertos HDMI y únicamente uno de ellos es HDMI 2.1
- Su calibración nos deja margen de ajuste para sacar más partido al panel
- La atenuación de los reflejos ambientales es mejorable
- Su sonido no está mal, pero no rinde a la altura de las imágenes que nos entrega este televisor
Xiaomi Mi TV Q1 75″ QLED con Dolby Vision, HDR10+ y HDMI 2.1
Este producto ha sido cedido para la prueba por Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Más información | Xiaomi
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La noticia
Xiaomi Mi TV Q1 75″, análisis: este televisor es el matagigantes con el que Xiaomi irrumpe en la gama alta
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Juan Carlos López
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