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Un día de tensión en el Atlético y la incertidumbre de Ángel Correa

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Un día de tensión en el Atlético y la incertidumbre de Ángel Correa

Si el argentino, que no estará ante el Leipzig, diera negativo en futuros test podría reincorporarse en semifinales o final. Él y Vrsaljko fueron los únicos positivos tras una tensa noche esperando los resultados

Ángel Correa marca un gol con el Atlético.
Ángel Correa marca un gol con el Atlético. GABRIEL BOUYS AFP

A eso de las 20.00 horas del lunes, los jugadores del Atlético pisaban por última vez el césped del Cerro del Espino de Majadahonda, ya que este martes cogerán un vuelo rumbo a Lisboa. Y lo hacían un poco aún con el miedo metido en el cuerpo, tras una larga noche aguardando a los resultados que escondían las pruebas PCR. De ahí que a más de uno (y no sólo jugadores) le costara conciliar el sueño. Los positivos de Ángel Correa y Sime Vrsaljko, desvelados oficialmente este lunes al mediodía, pero conocidos el mismo domingo dentro del club, obligaron a repetir los tests y a convivir con el miedo de que aflorase algún contagiado más antes de enfrentarse al Leipzig en cuartos de final de la Champions. Se temió que el sosegado panorama rojiblanco pudiera verse alterado por algún positivo más en la plantilla.

A eso de las 20:00 horas del lunes, el Atlético debería haber despegado rumbo a la capital portuguesa, escenario de la final a ocho de la Champions. Sin embargo, se hallaba arrancando el entrenamiento en Majadahonda, a cientos de kilómetros de Lisboa. Diego Pablo Simeone, celoso siempre de tenerlo todo bien atado antes de cualquier gran evento, se había visto obligado a retocar de urgencia su estudiada hoja de ruta. Y, además, había perdido de golpe a Correa, uno de sus hombres de confianza y principal agitador cuando los partidos se agarrotan.

Una ausencia importante para el partido ante el Leipzig, que podría convertirse en refuerzo si el Atlético alcanza las semifinales o la final. En caso de que diera negativo en futuros tests, la UEFA podría dar permiso para que se reincorporara, según aseguraron fuentes rojiblancas.

A esa hora, tanto Ángel Correa como Sime Vrsaljko, aún convaleciente de una artroscopia en la rodilla izquierda, permanecían ayer aislados en sus domicilios, sin presentar sintomatología alguna. El lateral croata se topó por sorpresa (obligado por la plaga de lesiones de sus compañeros) con un inesperado regreso al equipo a finales de enero. No se perdió un solo duelo en todo el mes de febrero. Ni siquiera el de la ida ante el Liverpool, en el que le tocó contener al campeón en el Wanda. También tiró de él Simeone en la intensa prórroga de Anfield. Su ausencia, en lo futbolístico, será intangible. «Me encuentro bien. Unos parámetros están un poco por encima de lo permitido y tengo que estar aislado», explicó el croata en sus redes sociales.

No lo será de Correa, a pesar de que el Atlético disponga de recursos de sobra para disimularla. El argentino se ha personado en todos los partidos de Champions de su equipo y, pese a su notable bajón en el reinicio de LaLiga en junio, es uno de los jugadores con mejores números ofensivos. En su mochila: siete goles, ocho asistencias y una gran sintonía con Morata, el máximo goleador (16). No podrá asomarse al balcón de Lisboa hasta que su organismo no presente rastro alguno del virus.

Cuatro canteranos

En los despachos del club contuvieron la respiración durante unas cuantas horas. «Hay que esperar», sostenían el domingo, nada más conocer los dos positivos asintomáticos. Sobre todo, el de Correa, que había compartido con sus compañeros el entrenamiento del sábado. Las pruebas PCR de ese mismo día desvelarían su contagio de coronavirus, que, por unas horas, detuvo el pulso del conjunto rojiblanco, ante la posibilidad de que se hubiera extendido a algún jugador más de la plantilla.

«Ángel y Sime están tranquilos. Sorprendidos, pero tranquilos», deslizaban desde la entidad madrileña. Con ellos dos, tras el positivo en mayo de Renan Lodi, nada más reanudarse los entrenamientos, al menos una decena de futbolistas de la plantilla habrían estado ya en contacto con la enfermedad y desarrollado los anticuerpos. En el Atlético todos soltaron el aliento tras confirmarse que no había ningún afectado más y que era el momento de volver a pensar sólo en el fútbol.

Hasta Lisboa, ciudad maldita desde aquella final de 2014 ante el Real Madrid, volarán hoy y quedarán concentrados para el decisivo partido del jueves ante el Leipzig (21.00 horas). Una expedición de más de 90 personas, con los canteranos Dos Santos, Manu Sánchez, Riquelme y Toni Moya, para tratar de asaltar el trono continental. De nuevo en calma tras el susto. Y es que el coronavirus acecha en cada esquina.