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Nagelsmann, el precoz estratega que rechazó el banquillo del Madrid y amenaza al Atlético

Champions League

Leipzig – Atlético (21.00)

Nagelsmann, el precoz estratega que rechazó el banquillo del Madrid y amenaza al Atlético

En 2018 recibió la llamada para sustituir a Zidane y en sólo cuatro años, tanto él como el Leipzig se han instalado en la elite

Champions League - RB Leipzig Training
Julian Nagelsmann, durante el entrenamiento del Leipzig. POOL REUTERS

La primera vez que el RB Leipzig correteó por la Bundesliga, el Atlético aún andaba lamiéndose las heridas tras perder en los penaltis la final de Champions de Milán ante el Real Madrid. Mientras Simeone meditaba en el diván, Dietrich Mateschitz, el millonario dueño de Red Bull, se frotaba las manos tras un puñado de años persiguiendo el sueño de tener un equipo de fútbol en Alemania. La historia en la elite del Leipzig se resume en estos cuatro años en los que al conjunto rojiblanco le ha tocado ir mutando y reconstruyéndose, siempre de la mano del Cholo, que ya andaba por Madrid cuando el Leipzig sólo era una feliz idea que navegaba por categorías regionales alemanas.

Para conseguir un rincón en el escaparate germano, el propietario de las famosas bebidas energéticas tuvo que salvar una pared de escollos. El principal: el del dopaje financiero y la regla del 50+1, que impide que los clubes puedan ser adquiridos en más del 50% por una empresa, para que la mayoría de votos estén en manos de los clubes y sus socios. Su jugada fue comprar en 2009 la plaza que tenía el SSV Markranstädt en la quinta división por unos 350.000 euros. Al día siguiente, apenas quedaba un tabique de aquel equipo. Y hoy el RB Leipzig, cuyas siglas que anteceden al nombre de la ciudad no son (oficialmente) por Red Bull sino por RasenBallsport (algo así como El deporte del balón sobre el césped), es el equipo menos simpático del país, cuyos socios no tienen voz ni voto. En más de una ocasión le han recibido lanzándole alguna cabeza de un toro desde la grada. Tal cual.

A ellos todo eso les da igual. El caso es que hoy están en los cuartos de final de la Champions, donde ya han participado tres veces, pese a su corta historia. El año que viene, tras acabar terceros la Bundesliga, también estarán. Y al mando de las operaciones estará su técnico Julien Nagelsmann, 33 años recién cumplidos, que encarna muchas de las particularidades que acompañan ese credo de los toros energéticos. Joven aunque sobradamente preparado, que diría aquel célebre anuncio televisivo de otra época. Cuando se sentó en el banquillo del Hoffenheim para rescatarlo del descenso, el Leipzig andaba ultimando los detalles de su salto a la Bundesliga. Tenía 28 años.

Las lesiones le impidieron ser jugador

Aún hoy Nagelsmann sigue convencido de que podría haber sido un buen futbolista. «No habría sido un jugador top, pero tenía talento para jugar como profesional», aseguraba en una entrevista a Marca. A los 20 años, las lesiones de rodilla acabaron convenciéndole por la fuerza de que la mejor opción de seguir vinculado al fútbol era desde el banquillo. Y con esa intención permaneció al lado de su amigo Thomas Tuchel, hoy técnico del PSG, en el Augsburgo y fue escalando hasta que el Hoffenheim le dio la alternativa aquel 11 de febrero de 2016. Tal vez hoy no estaría sentado en el banquillo del estadio José Alvalade, vigilando al detalle las estampidas de su Leipzig, de haberse dejado seducir por el Real Madrid. En 2018, tras el portazo sorpresa de Zidane, recibió la llamada desde las oficinas del conjunto blanco.

Su fútbol enérgico, inyectado de presión y sostenido por un buen trato del balón y un sobresaliente tono físico, no contará con el matador Timo Werner (34 goles y 13 asistencias). Aunque su marcha al Chelsea se supo hace tiempo y Nagelsmann ya recompuso el puzzle para que sus chicos (24 años de media), que sonrojaron al Tottenham de Mou, planten cara al Atlético. «La experiencia no va a ser importante. El Atleti tampoco la tiene en este formato», reconocía ayer, antes del último entrenamiento. Dani Olmo, que pudo ser rojiblanco, y Angeliño pondrán el acento español al Leipzig.