Los jóvenes españoles tendrían que cobrar el doble para poder comprarse una vivienda
Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España
Los jóvenes españoles tendrían que cobrar el doble para poder comprarse una vivienda
Su salario debería ser de 1.935,57 euros mensuales para poder destinar menos de un 30% a una hipoteca, el nivel recomendado
Los jóvenes españoles ya tenían complicado comprar una vivienda antes incluso del coronavirus. De hecho, para hacerlo respetando el nivel de esfuerzo recomendado deberían tener un salario de 1.935,57 euros mensuales, es decir, el doble (101,41% más) del sueldo actual de los asalariados de menos de 34 años, porque sólo esa cantidad le permitiría destinar menos de un 30% al pago de una hipoteca.
De esta forma, un joven que quiera comprar una casa financiando el 80% del precio de venta debería pagar una entrada de 4,1 veces su sueldo anual, ya que la entrada en estas condiciones equivaldría a unos 47.104,8 euros.
Las cifras corresponden al estudio anual del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España y se refieren al año 2019, antes del golpe laboral y social que ha supuesto el covid-19 en nuestro país. Incluso sin pandemia, las condiciones de acceso a la vivienda para la juventud ya eran complicadas por la precarización y la temporalidad que caracteriza el empleo en este grupo. Según el Observatorio, una de cada cinco personas jóvenes con trabajo se encontraba en riesgo de pobreza y exclusión social en 2019.
De las personas jóvenes que terminaron el año pasado con un empleo, un 55,4% lo hizo en puestos temporales y, sobre todo, en sectores donde el coronavirus ha destruido mucho empleo, como la hostelería o el turismo.
“La compra de una vivienda libre ha sido imposible para una persona joven desde hace más de una década”, explicaron desde el Consejo de la Juventud. Incluso los jóvenes más mayores, los de entre 30 y 34 años, tendrían que cobrar un 48,23% más para poder hacer frente a una casa en propiedad.
Alquiler
La opción del alquiler tampoco sería válida, ya que implicaría para la mayoría de los jóvenes de hasta 29 años dedicar un 90,7% de su salario. En Cataluña, Baleares y Madrid, el coste de acceso a una vivienda libre en alquiler superaría el 100% de sueldo; es decir, es materialmente imposible que los jóvenes de estas regiones se emancipen en solitario, tal y como recoge Servimedia.
Ante la imposibilidad de comprar o alquilar una vivienda libre, las personas jóvenes que desean independizarse tienen tres opciones principales: retrasar la decisión para más adelante -la opción mayoritaria-, aspirar a participar en el proceso de adjudicación de una vivienda protegida -con poca oferta- o buscar alternativas fuera del mercado.
La única opción para los jóvenes con empleo es, según el informe del Observatorio de Emancipación, compartir piso. Esto costaría a cada joven una media de 287,45 (el alquiler medio de una habitación), es decir, un desembolso del 29,9% de su salario, cuando el porcentaje máximo de sus ingresos que una persona puede dedicar a la vivienda es un 30% para poder afrontar el resto de gastos.
Una vivienda entera de alquiler supondría para un trabajador joven el 44,3% de su salario, lo que resulta prácticamente imposible.
Falta de medidas
Y es que el precio de la vivienda en alquiler en España continúa con una considerable escalada que, de media, alcanza los 872 euros mensuales al cierre de 2019. El esfuerzo económico que conllevaría sufragar el precio de la vivienda de alquiler para una persona joven, ya tenga o no trabajo, y en solitario equivaldría al 90,7% de su salario neto.
Según el presidente del Consejo de la Juventud, Manuel Ramos, “muchas veces la realidad de las personas jóvenes pasa por debajo del radar de las medidas generales”. En este sentido, mencionó las medidas adoptadas durante la crisis del coronavirus y afeó que, en ocasiones, no llegan a los jóvenes.
“No puede acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) quien está en unas prácticas extracurriculares o incluso quien trabaja sin contrato. En un escenario, además, donde la búsqueda de empleo se complica, al igual que la posibilidad de tener una primera experiencia laboral”, indicó.
Asimismo, el CJE lamentó que muchos programas y ayudas a la compra o al alquiler de vivienda para jóvenes son “de facto inaccesibles para personas menores de 30 años”, ya que “incluyen requisitos como contratos fijos de trabajo o cierta permanencia”, algo inalcanzable para muchos jóvenes.