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La recompensa a la ambición de Verstappen y aquella lección de Senna

F1

GP del 70º Aniversario

La recompensa a la ambición de Verstappen y aquella lección de Senna

“¡No me voy a quedar detrás conduciendo como una abuela!”, dijo el líder de Red Bull a su ingeniero antes de atacar a los Mercedes.

Verstappen, felicitado en Silverstone por sus hombres de Red Bull.
Verstappen, felicitado en Silverstone por sus hombres de Red Bull. EFE

La carrera parecía una más para Mercedes hasta que Max Verstappen recordó aquella frase de Ayrton Senna. «Ser piloto de carreras significa asumir constantes riesgos. Si no intentas adelantar cuando tienes una oportunidad, ya no eres un piloto de carreras». Ayer, el holandés reformuló en Silverstone aquel pensamiento de una manera mucho más espontánea. «Esta es la única oportunidad de estar cerca de Mercedes. ¡No me voy a quedar detrás conduciendo como una abuela!», exclamó el líder de Red Bull cuando sus ingenieros le reiteraban sus mensajes de contención. No era el momento de gestionar los neumáticos. Era el momento del todo o nada para Mad Max.

«Hasta ahora no habíamos tenido la opción de presionarlos en ninguna carrera, y vi que esta vez sí se podía», explicó Verstappen tras su triunfo de ayer, el noveno de su vida, con el que mantiene el rastro de Lewis Hamilton en el Mundial 2020. 30 puntos menos después de cinco grandes premios sigue siendo un margen muy amplio para el hexacampeón. Sin embargo, Red Bull parece haber encontrado una rendija por la que asomarse para discutir ante Mercedes.

La habitual superioridad mecánica de las Flechas de Plata, tanto en las sesiones clasificatorias como en el ritmo de carrera, quedó ayer en entredicho por culpa de los neumáticos Pirelli. Red Bull supo adaptarse a los nuevos compuestos, más blandos que los de la semana pasada. Verstappen volaba con el calzado blanco, el mismo que había elegido para la salida, y logró estirar su rendimiento hasta las 32 vueltas. Hamilton sólo pudo darle vida útil durante 26 giros, en el tramo central de la prueba, con unos resultados tan discretos como los de Valtteri Bottas, enfurruñado además con la estrategia de su equipo.

“No espero ningún milagro”

«Cuando Max logró adelantarnos parecía que estábamos dormidos. Mi estrategia estaba muy lejos de ser la ideal. Hay mucho que aprender de lo que ha pasado», valoró el finlandés, autor de la pole, aunque relegado finalmente al tercer puesto. Toto Wolff, una vez más, privilegió a Hamilton a falta de dos giros para la bandera a cuadros. Era su modo de minimizar los daños en Silverstone. Con 28ºC en el aire y 42ºC sobre el asfalto, Mercedes sencillamente se había consumido por el calor.

La falta de adherencia debería preocupar a las Flechas de Plata, que el próximo domingo aún se enfrentarán a temperaturas aún más elevadas en Barcelona. En caso de que Pirelli reitere su apuesta por los compuestos más blandos de su gama, Red Bull volverá a aspirar a todo. Christian Horner, su máximo jefe en pista, insistirá hasta el jueves con su labor de lobby. «El asfalto de Montmeló siempre es muy exigente con las gomas, pero también creemos que se volverá a los duros allí. Con ellos, tal y como se vio la pasada semana, aún estamos muy lejos de Mercedes. De modo que no espero ningún milagro», presagió Verstappen.