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La comunidad internacional se vuelca con el Líbano tras las explosiones de Beirut

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La comunidad internacional se vuelca con el Líbano tras las explosiones de Beirut

El presidente francés, Emmanuel Macron, organiza este domingo una Conferencia Internacional de Donantes para el Líbano, auspiciada por Naciones Unidas, para canalizar las ayudas. Dimite la ministra de Información, en la primera renuncia de un miembro del Gabinete tras la tragedia. El patriarca maronita pide la marcha del Ejecutivo

Un hombre, herido por las explosiones, se sienta en su casa destruida...
Un hombre, herido por las explosiones, se sienta en su casa destruida de Mar Mikhael (Beirut), con vistas al puerto. PATRICK BAZ / AFP

Medicinas, alimentos, reconstrucción de viviendas, centros hospitalarios y educativos… Las devastadoras explosiones que han sembrado la destrucción en Beirut, provocado al menos 158 muertos y más de 6.000 heridos, han dejado al Líbano dependiente de la ayuda internacional. Más de 300.000 personas han quedado sin hogar, entre ellas, 100.000 niños. Las deflagraciones han dañado 12 hospitales y centros de salud y varias escuelas, de modo que 120.000 personas carecen de atención primaria sanitaria y 55.000 menores no podrán acudir al colegio, según cálculos de Unicef. Este domingo se celebra una Conferencia Internacional de donantes con el objetivo de canalizar la ayuda y coordinar las necesidades humanitarias.

Los daños provocados por la detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenadas durante años y abandonadas en una nave del puerto de Beirut, cerca de un área densamente poblada, se cifran en al menos 15.000 millones. “El impacto de esta catástrofe permanecerá siempre entre nosotros”, reconoció el sábado por la noche el primer ministro, Hasan Diab, cercado por masivas manifestaciones. El sábado, la sociedad civil convocó un ‘Día de la Ira’ para exigir la dimisión de la clase política, como viene haciendo desde el 17 de octubre, que se desarrolló con escenas violentas, toma de ministerios y sedes oficiales. Los manifestantes culpan de la tragedia a las autoridades y su negligencia.

Goteo de dimisiones

Un día después de la cólera ciudadana, la ministra de Información, Manal Abdel Samad, ha reaccionado anunciando este domingo su renuncia. “Después de la enorme catástrofe de Beirut, presento mi dimisión. Pido disculpas a los libaneses: no hemos sabido responder a sus expectativas”, ha declarado en una intervención televisada, según informa Afp. Es la primera dimisión de un miembro del Gobierno tras las mortíferas explosiones. El lunes, un día antes de la tragedia, dio el portazo el ministro de Exteriores, Nasif Hitti, frustrado ante la falta de voluntad del Ejecutivo para llevar a cabo las prometidas reformas.

El patriarca cristiano maronita Bechara Boutros al Rai ha intervenido por primera vez en este sentido y ha exigido al Ejecutivo que dimita si no puede “cambiar el modo en que gobierna”. En su sermón del domingo, Al Rai ha sentenciado: “La renuncia de un parlamentario o un ministro no es suficiente. Todo el Gobierno debe renunciar si es incapaz de ayudar al país a recuperarse”.

Por ahora, ha habido un goteo de dimisiones. El sábado, dos de los diputados del partido cristiano Falange Libanesa (Kataeb) renunciaron siguiendo la consigna de su líder, Sami Gemayel (hijo del histórico dirigente Amin Gemayel) que también dejó su escaño. “Invito a todos los honorables diputados a dimitir para que el pueblo pueda decidir quién le gobierne, sin nadie imponiéndoles nada”, declaró Gemayel en un emotivo discurso el funeral del secretario general del partido, Nazar Najarian, que falleció en la explosión.

Hasta el sábado, solo dos diputados habían abandonado su escaño a modo de protesta. Uno es el socialista druso Marwan Hamade, que ha sido varias veces ministro y sobrevivió a un atentado en 2004, que había tenido la decencia de dimitir el miércoles para mostrar su indignación por la catástrofe. La otra es Paula Yacoubian, parlamentaria de la lista ciudadana Sabaa, la única miembro independiente del Parlamento. La embajadora del Líbano en Jordania, Tracy Chamoun, también presentó su renuncia esta semana. Chamoun es hija del dirigente cristiano Dany Chamoun, asesinado durante la guerra civil.

“Beirut necesita que este gobierno se vaya. Los políticos y los partidos políticos tienen que renunciar y decir: ‘os hemos fallado’. Son mercenarios que gobiernan nuestro país”, lanzaba Yacoubian a través de las cámaras de la televisión panárabe Al Yazira. “Queremos elecciones lo antes posible para elegir a una nueva clase política. No podemos continuar con esta casta que ha ejercido su poder durante años y nos ha llevado a fracaso tras fracaso”, añadía.

Por su parte, Samir Geagea, líder del partido cristiano Fuerzas Libanesas, se unió a la corriente que promueve la dimisión del Parlamento para convocar elecciones anticipadas, tal y como demandó el primer ministro el sábado. “Además del trabajo de socorro existente en Beirut, ahora estamos trabajando para brindar alivio a la República librándola de este Parlamento, y estamos haciendo los contactos necesarios y haciendo denodados esfuerzos para reunir suficientes renuncias para llegar a elecciones parlamentarias anticipadas lo antes posible”, ha declarado este domingo en Twitter.

Ayuda de emergencia

Sumergidos en una profunda crisis económica que ha hundido su moneda y ha borrado del mapa a la clase media, y acosados por la corrupción rampante de sus políticos, los libaneses no pueden hacer frente solos a las consecuencias de esta tragedia. Por eso, tienen todas sus expectativas puestas en la Conferencia Internacional de donantes que se celebra este domingo, por iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, y auspiciada por la ONU.

A la hora prevista, Macron ha inaugurado la Conferencia con una introducción en la que ha remarcado que “el futuro del Líbano está en una encrucijada”. “Debemos actuar rápida y eficientemente para que la ayuda llegue directamente a los que la necesitan”, ha señalado.

Además, el presidente galo ha reiterado este domingo que la oferta de asistencia de esta Conferencia Internacional incluye apoyo para llevar a cabo una investigación imparcial, creíble e independiente sobre los hechos del 4 de agosto. Días antes, el presidente libanés, Michel Aoun, rechazó una investigación internacional.

“La conferencia tratará de movilizar a los principales socios internacionales del Líbano y organizará la ayuda de emergencia”, ha señalado el Elíseo en un comunicado. Se trata “de responder a las necesidades más inmediatas reclamadas por los actores en el terreno y confirmadas por Naciones Unidas, en particular sobre el plano médico, alimentario, educativo y de rehabilitación de edificios”, añade el texto.

Su celebración, en formato telemático, ya fue adelantada por el propio Macron en su visita, el jueves, a Beirut. En el encuentro participan, entre otros, el presidente de EEUU, Donald Trump; el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente español, Pedro Sánchez; y el rey de Jordania, Abdalá II. Además, cuenta con representantes de China y Rusia.

Pero Macron ya advirtió ante los beirutíes que estos fondos no constituirán un “cheque en blanco” para el Gobierno libanés, que deberá iniciar un camino de reformas políticas y económicas con el fin de “poner coto a la corrupción y establecer la transparencia”, además de rehacer el sistema bancario y reformar el sector energético. Son medidas que Francia ya exigió al Líbano en la conferencia de donantes de abril de 2018 que se llamó CEDRE, en honor al árbol nacional libanés. Entonces, se prometieron más de 11.000 millones de dólares para sacar a flote un país golpeado por la guerra en la vecina Siria, a cambio de un compromiso de transformación político y económico que nunca llegó. Los fondos CEDRE nunca se desbloquearon.

“Un motivo para la esperanza”

Algunos países ya han adelantado una contribución inicial al país de los cedros. En concreto, EEUU ha comprometido más de 17 millones de dólares, según reveló el sábado el secretario de Estado, Mike Pompeo. Este fondo se destinará a “asistencia alimentaria y suministros médicos”, según recoge Efe. Una cantidad a la que hay que sumar, dijo, los 403 millones de dólares de ayuda humanitaria (de ellos, 41,6 millones para la emergencia de la Covid-19), que Washington ha destinado al Líbano desde septiembre de 2019.

Es el caso también de España, que envía este martes un primer contingente de emergencia con 10 toneladas de trigo. Las explosiones han destruido el 80% de las reservas de este cereal -básico en la dieta diaria-, que se almacenaba en el puerto de Beirut. También la Aecid enviará suministros médicos, medicinas y Equipos de Protección Individual (EPI) para su uso en clínicas móviles y centros de salud, según informa Servimedia. Asimismo, se envían equipos para dar cobijo a personas sin hogar.

Alemania también se ha adelantado a la cumbre de donantes y ha anunciado este domingo una contribución adicional de 10 millones de euros para “ayuda inmediata” El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas ha destacado que la conferencia de este domingo con los principales socios y colaboradores del Líbano es una “señal importante, en primer lugar para aquellos afectados directamente por la tragedia”, según recoge Efe. “Hemos visto ya en los días pasados una gran solidaridad y disposición a nivel internacional a ayudar”, ha recalcado Maas, que considera que lo que los beirutíes necesitan ahora, además de la asistencia internacional, es “un motivo para la esperanza”.

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