Mientras el número uno del tenis se pasa ganando el 90% de los torneos en los que compite, con suerte, un número uno de golf optará solo a ganar en un 10% de los torneos de su calendario, como bien dice en analista de golf David Feherty, el golf es un deporte de perdedores. Dustin Johnson líder del PGA Championship a falta de los 18 hoyos definitivos, puede ejemplarizar sólidamente esta montaña rusa; hace un mes lograba su vigésimoprimera victoria en el PGA Tour, y la semana siguiente cerraba el Memoral Tournament (donde Rahm consiguió la victoria), con dos tarjetas de 80 golpes. Unos días más tarde se retiraba del 3M Open tras otros desastrosos 78 golpes.A estas horas, duerme, a pierna suelta tras sus 65 golpes y a la espera de su segundo Major, la guinda para la semana será recuperar el número uno del golf mundial. Partirá desde -9 y con un golpe de ventaja.

Johnson se labró durante años la fama de fragilidad mental en los momentos decisivos de su carrera, y ese que protagonizó algunos sonados cataclismos antes del Us OPEN de 2016, de momento la única victoria ‘grande’ en su palmarés.

Jon Rahm remató otra buena vuelta de -2, con la misma sensación de que el juego debió haber reflejado una tarjeta con mejor score. Pero un día más el putt no estuvo al nivel del resto de los palos de su bolsa. Su puesto 21º en la clasificación y sus siete golpes de desventaja parecen demasiados para pensar en que el de Barrika tendrá una oportunidad de ser el único español en la historia en ganar un PGA Championship. Será la clave el inicio en la última jornada, donde deberá atacar todas las banderas.

A solo un golpe del líder sorprende el dúo formado por el norteamericano Scottie Shefller, en el cuarto major en el que participa en toda su carrera y el bombardero Cameron Champ. Su presencia en la parte noble de la clasificación junto a otros nombres pegadores como Bryson Decambeau (-6), el campeón defensor Brooks Koepka (-7), o el propio líder, da para reflexionar hacia donde evoluciona un deporte como el golf en campo exigente con rough duro como el de esta semana en San Francisco.

El chino Haotong Li, líder tras los primeros dos días, no resistió la presión y firmó una abultada vuelta sobre par, mientras que el todavía imberbe Colin Morikawa, sigue a sus 23 años dejando al personal boquiabierto con sus logros sin aspavientos. En poco más de un año de profesional su discreción serena y su talento le ha llevado a coleccionar dos victorias y ha encaramarse hasta el 12º puesto del ranking Mundial, su experiencia en majors se remonta al Us Open del año pasado y en su segunda participación en una gran cita, ya tiene la posibilidad de lograr la victoria. Mañana saldrá a dos golpes de Johnson. En realidad 17 jugadores estarán en el inicio de mañana separados por cinco golpes. Apunta este PGA Championship a final de épica.

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