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Estudio asegura que los ateos duermen mejor que los creyentes

Una investigación de la Universidad de Baylor en Waco, Texas, asegura que los ateos y agnóticos duermen mejor y más horas que los católicos y bautistas, informó Eureka Alert.

Se trata de un estudio sobre el sueño, la afiliación religiosa y la percepción del cielo que fue publicado en la revista Sleep de la Sociedad de Investigación del Sueño.

En el trabajo académico se encuestaron 1,501 participantes, quienes respondieron preguntas sobre afiliación religiosa, comportamientos y percepciones.

Los participantes también calificaron su dificultad para conciliar el sueño y su tiempo total de sueño promedio.

De acuerdo con los resultados preliminares, el 73 por ciento de los ateos y agnósticos informaron dormir siete horas o más por la noche, lo que es recomendado por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño para promover una salud óptima.

Ateos duermen mejor que los creyentes
Hombre cristiano rezando en una iglesia.

En contraste, el 63 por ciento de los católicos y solo el 55 por ciento de los bautistas informaron dormir al menos siete horas por noche.

Los ateos y agnósticos también informaron que experimentaron menos dificultad para conciliar el sueño.

“La salud mental se discute cada vez más en los entornos de la iglesia, como debería ser, pero la salud del sueño no se discute. Sin embargo, sabemos que la falta de sueño socava muchas habilidades humanas que se consideran valores fundamentales de la iglesia: ser un miembro positivo de una comunidad social, expresar amor y compasión en lugar de ira o juicio y mostrar integridad en el razonamiento y el comportamiento moral”, señaló la autora principal del informe Kyla Fergason.

La investigadora quiso plantearse una interrogante: ¿dormir mejor podría ayudar a algunas personas a crecer en su fe o a convertirse en mejores cristianos?

“Todavía no sabemos la respuesta a esa pregunta, pero sí sabemos que la salud mental, física y cognitiva están entrelazadas con la salud del sueño en la población en general”, aseguró.

Otros resultados evidenciaron que los participantes que informaron dormir siete o más horas tenían una probabilidad significativamente mayor de creer que irían al cielo. Sin embargo, estas percepciones del cielo no estaban relacionadas con la dificultad para conciliar el sueño por la noche.

Según los autores, este patrón indica que un mejor sueño conduce a una perspectiva más optimista, que en este caso se manifiesta como expectativas positivas de llegar al cielo.