El mejor libro de economía del momento no habla de economía: ‘Cincuenta innovaciones que han transformado el mundo’
Tim Harford es un economista y divulgador inglés que saltó a la fama hace 15 años con su famoso libro ‘El economista camuflado’. Recientemente publicó un nuevo libro llamado ‘Cincuenta innovaciones que han transformado el mundo‘ que es realmente fascinante.
Normalmente los libros sobre economía, aunque sean didácticos y entretenidos, no suelen llamar la atención de la gente, pues es una disciplina que suele percibirse como aburrida. Hay muchos contrajemplos, como la saga de ‘Freakonomics’ o la propia del economista camuflado de este autor. Pero esta novela va mucho más allá, ya que al centrarse en inventos la parte económica queda algo más oculta y accesible.
¿Se puede resumir la humanidad en 50 inventos?
Lo primero que hace el libro es dejar claro que no estamos ante una selección exhaustiva de los inventos más importantes que han transformado la humanidad. Hacer un resumen así sería prácticamente imposible. De hecho, algunos fundamentales, como la rueda, el ordenador o la imprenta, se han quedado explícitamente fuera de esta selección. ¿Por qué?
El autor cuenta, con maestría, cincuenta historias interesantes y que han tenido un impacto notable como transformadores del mundo. No los más relevantes ni los más impactantes, simplemente cincuenta historias que definen la humanidad y su capacidad para transformar la sociedad con innovaciones.
¿Podrían haber sido otras cincuenta innovaciones distintas? Por supuesto. De hecho el libro del que hablo se publicó en 2017 y, debido a su éxito, el autor publicó el año pasado otro libro con otras cincuenta innovaciones también dignas de ser contadas. Eso sí, esta segunda parte no está todavía en castellano.
El arado
He de decir que este libro de innovaciones tienen un hilo argumental, a pesar de los ámbitos distintos que abarcan. El libro se divide en ocho grandes bloques, cada uno con una temática. Pero antes de entrar en las categorías comienza con una innovación que lo cambió todo: el arado.
Sin el arado la humanidad seguiría siendo un animal cazador-recolector no muy numeroso y no habría podido dominar el planeta como lo ha hecho. Dentro del arado hay, además, una evolución. El primer arado era básicamente un palo que hacía surcos en la tierra y servía para cultivar tierras relativamente secas (oriente medio). Pero este evolucinó y permitió cultivar tierras más húmedas (debido a que no solo hacían surcos sino volteaban la tierra) y esto permitió que el norte de Europa pudiera avanzar más rápido.
Con el arado los humanos tuvimos tiempo libre para crear otras innovaciones, ya que no había que estar todo el rato buscando comida, el trabajo se especializó. Es entonces cuando el libro entra en los distintos bloques en los que agrupa estas innovaciones e inventos.
Varias temáticas
Al primer bloque lo denomina “ganadores y perdedores”. Siempre que hay una innovación los hay, y aunque a medio-largo plazo todas estas invenciones han supuesto una mejoría para la humanidad, a corto plazo hay perjudicados. De este modo y con unos cuantos ejemplos aborda el tema de los luditas que tan de actualidad está.
Por ejemplo tenemos la creación del gramófono. Donde antes había un mercado para muchos cantantes que de forma local se ganaban la vida, se creó un mercado de superestrellas que ganaban mucho y un mercado residual para el resto. Está claro que para los buenos cantantes esto ha sido muy positivo (son ahora millonarios cuando antes no) pero el resto no se pueden ganar la vida así.
En la siguiente categoría describe innovaciones que han transformado el cómo vivimos. Inventos que han cambiado la sociedad desde el punto de vista costumbrista. Por ejemplo, el aire acondicionado, cuya intención inicial era simplemente mantener la humedad constante, pero sin la cual no podríamos ser tan productivos en los meses de verano y el crecimiento económico no habría sido tan grande como para llevarnos a los niveles de prosperidad actuales.
También incluye en este bloque la píldora anticonceptiva, que comenzó la revolución feminista al permitir a las mujeres desarrollar una vida profesional más allá del cuidado de la familia. O la creación de los videojuegos, que por un lado han transformado profundamente el ocio, pero por otro también la economía: hay algunos estudios que indican que los sueldos bajos que se ven en algunos sectores sin que haya excesiva conflictividad social se debe a que las opciones de ocio relativamente barato son abundantes, y ahí los videjuegos tienen bastante que ver.
Después vienen las innovaciones que nos han traido nuevos sistemas. Son cosas habituales, que nos paramos poco a pensar, pero que han cambiado el mundo de una forma muy profunda. Entre otros se abordan el código de barras: antes de que existieran los negocios no podían gestionar millones de referencias a la venta. El código de barras y su uso universal en productos, junto a los sistemas informáticos, han propiciado que haya supermercados gigantes o la venta online, sin ir más lejos.
Otro invento de este bloque es el el ascensor. Su historia es curiosa, pues existe desde hace muchos siglos, lo que es más reciente es el freno de seguridad que inventó Elisha Otis. Y esta seguridad, junto con avances en la construcción, transformó las ciudades haciéndolas más altas. Donde antes solo podía haber tres o cuatro pisos ahora puede haber decenas.
El bloque de las ideas acerca de las ideas es apasionante. Que una simple idea pueda transformar el mundo es fascinante. Entre las innovaciones tratadas aquí habla de la criptografía pública, que permite establecer una comunicación cifrada entre dos personas sin que tengan que reunirse previamente para intercambiar las claves. Internet no podría existir como tal sin esta innovación. Y su historia con EEUU intentando impedir la publicación de este avance es muy interesante.
Otra innovación de este bloque es el compilador. Hasta su invención programar era muy complicado y estaba reservado a expertos matemáticos. Sin embargo Grace Hopper, una mujer americana, pensó que sería más fácil hacerlo si creaba una serie de subrutinas preestablecidas. Así creo en su tiempo libre el primer compilador que sería la base de Cobol y logro que los ordenadores fueran algo más que una anécdota en la historia.
También hay historias muy curiosas de los orígenes de las innovaciones, y el bloque “de dónde vienen los inventos” trata de este asunto. Merece la pena el capítulo sobre el iPhone, pero no habla de la historia interna dentro de Apple (que tantas veces se ha contado) sino de todas de las innovaciones pasadas sin las que no podría haber existido: microprocesadores, chips de memoria, memorias de estado sólido, pantallas de cristal líquido, baterías de litio, transformada rápida de Fourier, Internet, HTTP y HTML, redes de telefonía celular, GPS, pantalla táctil y Siri. Y lo curioso es que todos estas innovaciones que permitieron al iPhone ser lo que es fueron financiadas por Gobiernos (muchas veces el americano).
Otro origen curioso es el del radar. Inicialmente fue concebido como un rayo de la muerte durante la Segunda Guerra Mundial, los aliados querían freír a los pilotos que volaban los aviones de combate enemigos. Pero la energía requerida era excesiva. Sin embargo sí que podía usarse para detectar los aviones. Y así surgió una tecnología clave en el ámbito militar pero también civil.
Muchas veces se dice que la innovación viene siempre del sector privado y que las autoridades a veces la impiden, pero no es del todo cierto. En el bloque “la mano visible” se trata este asunto . Un ejemplo es la creación de los bancos, que permiten tener el dinero guardado sin preocupaciones de robos pero necesitan supervisión. Su origen está en los Templarios durante las Cruzadas, cuando los guerreros tenían que desplazarse miles de kilómetros y los robos eran frecuentes.
Otro ejemplo, en esta ocasión en el lado negativo, es el de la gasolina con plomo, que causa enfermedades muy graves pero que se mantuvo por presiones de la industria hasta que por fin los Estados le pusieron fin.
Y por último está el bloque de “inventando la rueda”. Aquí el autor trata de inventos fundamentales, transformadores, sin los cuales la sociedad no sería lo que es. Un ejemplo es el del papel, que originalmente se usaba para envolver pero que pronto se usó para escribir y fue fundamental para el desarrollo de la imprenta. Hasta entonces se escribía en pieles y no se podría haber aumentado la producción de libros o no habríamos tenido periódicos sin algo que consideramos tan básico.
Otro ejemplo es el hormigón, un invento antiguo pero mejorado a lo largo de los años que ahora mismo es imprescindible para la construcción. Curiosamente las construcciones actuales, que tienen hormigón reforzado con acero, tienen menos duración por las filtraciones de agua, así que podemos ver construcciones romanas con hormigón todavía en pie, pero edificios de 120 años que tienen que arreglarse porque no aguantan. Pero la construcción con hormigón reforzado, junto con los ascensores, es lo que posibilitan las ciudades como las conocemos hoy.
El final
El último de libro, al igual que el primero, está fuera de los bloques. Y es la bombilla. En lugar de presentar su origen (Thomas Edison la inventó) explica la cantidad de trabajo que ha necesitado la humanidad a lo largo de la historia para conseguir luz artificial. De la madera a la bombilla de LED, pasando por el aceite.
Cuando la única forma de tener luz artificial era quemar madera una persona podía trabajar 60 horas para lograr cincuenta minutos de luz. Alrededor de 1700, con la existencia de velas de cera, esas sesenta horas de trabajo podían dar dos horas y veinte minutos de luz. En 1900 con el invento de Edison, se lograban 10 días de luz. En 1920, con el invento refinado, 5 meses. En 1990 nada más y nada menos que 10 años. Y ahora con las bombillas Led, cincuenta años. En definitiva, se puede ver el avance la humanidad con este invento, cómo las innovaciones hacen que cada vez vivamos mejor.
Y todo esto se resume en una pregunta: ¿qué preferirías, ganar 70.000 dólares al año ahora o en 1900? En 1900 esa cantidad es equivalente a 2 millones de dólares. Pero casi nadie responde que en 1900, porque aunque esa cantidad tenía mucho poder de compra realmente no había antibióticos, ni Internet ni millones de productos listos para su compra. Las innovaciones a lo largo de la historia son básicas para entender cómo es la humanidad hoy en día.
En conclusión, Tim Harford nos presenta un libro muy interesante, lleno de curiosidades, pero que no explica simplemente el origen de ciertos inventos sino que explica las consecuencias de los mismos como transformadores del mundo en el que vivimos. Economía sin hablar explícitamente de economía. Una lectura muy recomendable.
Cincuenta innovaciones que han cambiado el mundo (Conecta)
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La noticia
El mejor libro de economía del momento no habla de economía: ‘Cincuenta innovaciones que han transformado el mundo’
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Xataka
por
Alejandro Nieto
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