Cómo ser hotelero y no morir en el intento
Cómo ser hotelero y no morir en el intento
El sector responde a la adversidad del verano más complicado de la historia con trabajo duro y una variedad de sensaciones: ilusión, imaginación y solidaridad, pero también incertidumbre, desencanto y alguna rabieta mal reprimida.
Huecos ominosos en el espléndido ocaso. La azotea del hotel Doña María es uno de los enclaves turísticos con más clase de Sevilla. A pocos metros de los arbotantes góticos de la catedral, el ángel que culmina la Giralda parece un parroquiano más. Debería estar a reventar. Sin embargo… Christian González sirve un refresco bien surtido de hielo. Su cargo oficial reza bar manager (“aunque ahora hacemos de todo”). Desde un mar de transpiración, comenta las vicisitudes del ERTE por el que ha pasado
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