Amazon quiere competir contra Ikea vendiendo muebles: la realidad aumentada, las marcas propias y los envíos gratuitos son sus principales armas
Amazon se ha convertido en un fuerte competidor comercial para todo tipo de sectores, en los que se ha introducido tanto con productos de terceros como con marchas propias: tecnología, ropa, productos de bajo coste, etc. Ahora tiene entre manos pasar a competir por un sector más difícil en el que tiene grandes competidores: la decoración y los muebles. Y así es como planea hacerse un hueco.
Una apuesta por la realidad aumentada
Siguiendo esta estrategia, el pasado año Amazon presentó ‘Room Decorator’, una herramienta creada para su página web que permite colocar, tanto en un espacio propio como en un espacio dado, muebles de la marca. El objetivo no es otro que poder visualizar el tamaño y el aspecto de los mismos de una forma más convincente gracias a la realidad aumentada. Por ahora, esta herramienta solo está disponible en la aplicación Amazon Compras para iOS, pero significa que Amazon da un paso más en su apuesta por la venta de muebles, después de lanzar en 2017 una versión menos avanzada de realidad aumentada (de nuevo, solo disponible para iOS).
La realidad aumentada permite al usuario visualizar cómo quedarían los muebles o productos del hogar en el propio espacio. Sin embargo, la antigua aplicación de Amazon solo permitía al consumidor ver un producto a la vez, permitiendo ahora la nueva herramienta colocar varios, de forma que se pueda visualizar una habitación entera amueblada. Permite, además, guardar las “habitaciones” que se han decorado y visualizarlas más tarde, así como acceder a la compra de todos los productos que se han superpuesto en el espacio.
Por mucho que se mida el hueco disponible en casa y se compare con las medidas del mueble deseado, no siempre queda claro el espacio que va a ocupar ni si va a encajar con el resto del espacio.
Es algo que ya pensó Amazon con su primera aplicación y que, por supuesto, han pensado otros competidores, como Ikea, quien también en 2017 lanzó su propia aplicación de realidad aumentada, Ikea Place, que permite colocar en un espacio propio prácticamente todos los muebles y elementos de la marca. Aunque no todos los productos de Ikea están incluidos, los que sí se pueden ver lo hacen con gran calidad y funciona especialmente bien, permitiendo al usuario colocar también varios en un mismo espacio y dando una idea clara del resultado final.
Aunque por ahora Amazon solo haya apostado por esta tecnología con Apple, también permite visualizarla de alguna forma desde el buscador web y desde la aplicación de Android. Esta segunda opción, sin embargo, solo permite ver los productos en negro, lo que permite hacerse una idea del tamaño pero dificulta visualizar el aspecto. Tampoco permite realizar esta operación con una gran cantidad de productos, aunque sí con muchos de los principales muebles de sus marcas propias y exclusivas.
Apostar por el envío gratuito
Amazon ha tenido claro desde el principio que ese debía ser su punto fuerte. Aunque los gastos de envío en la web dependen del vendedor, las marcas propias de Amazon, Movian y Alkove, tienen gastos de envío gratuitos y unas condiciones de devolución flexibles y amplias. Un claro ejemplo lo vimos de primera mano en las pasadas Navidades, cuando los artículos comprados por aquel entonces tenían una fecha de devolución válida hasta el 31 de enero de 2021.
Como en toda web, el centro de confianza son otros usuarios. Algunos productos alcanzan, incluso, las mil opiniones de compradores que, generalmente, han acabado satisfechos con su compra y que incluso comparten fotografías para añadirle veracidad y perspectiva. Cuando el producto no tiene ningún comentario, solo queda cruzar los dedos y confiar, algo que no es difícil cuando los gastos de devolución tienden a cero.
Amazon ha apostado además por algo que también tiene Ikea: la financiación, ya que ambas entidades permiten pagar a plazos. En Ikea, los plazos dependen del producto y se debe tener una tarjeta VISA de la propia marca, en tanto que Amazon ha establecido cuatro cuotas fijas a pagar en un plazo de 90 días para cualquier producto.
Para las marcas que Amazon tiene en exclusiva (Rivet, Stone and Beam e Infinity) sí hay, sin embargo, gastos de envío, debido a que estas marcas no se encuentran en España. La tasa que supone traerlos desde Estados Unidos llega, muchas veces, a duplicar el precio del producto.
Este añadido de los gastos de envío al precio inicial del producto sucede principalmente cuando compramos en las páginas principales de estas marcas, que en principio parecen destinadas al público estadounidense. Al entrar, por ejemplo, en Amazon Rivet, la página sale en inglés y da por hecho que estás comprando en EEUU, por lo que quizá lo mejor sea hacer una búsqueda desde la página principal de Amazon.
En este punto, Ikea defiende que ellos siempre han estado expuestos a la competencia y que ésta les empuja a hacer las cosas mejor. Explican que el modelo de negocio, la forma de concebir las tiendas y el “diseño democrático” les ha impulsado en el sector y que su antigüedad (más de 70 años) les ha convertido en una marca de éxito. No es fácil enfrentarse a un gran imperio, pero tampoco afrontar a un gigante como Amazon.
Con esta nueva tecnología, que la marca estadounidense lleva desarrollando más de un año, Amazon espera que los clientes encuentren atractiva la compra de muebles desde el mismo hogar. A diferencia de marcas como Ikea, donde el punto fuerte de la compra se encuentra en la experiencia vivida en tienda, Amazon quiere ofrecer una experiencia tecnológica a través del diseño de una habitación.
Esta situación deja la elección al gusto del consumidor, pues si bien en Ikea se pueden ver habitaciones ya prediseñadas y cuentan con una aplicación similar, la facilidad y la versatilidad de herramientas como ‘Room Decorator’ permiten comprar con agilidad y pedir sin pensar dos veces debido a los gastos de envío.
Más de 150 marcas propias
La capacidad de Amazon para introducirse en nuevos mercados es asombrosa, hasta el punto de que ya van más de 150 marcas propias. La mayoría de ellas están relacionadas con el sector textil, aunque también vende productos propios de alimentación, tecnología, mascotas y hasta de ferretería.
Sin duda, la moda es su gran apuesta y confía en sus marcas plenamente, pues en la propia web se puede ver cómo sitúa estas (find o iris&illie) al lado de otras sobradamente conocidas como Lacoste, Vans o Tous. En el segmento de la decoración, aparte de las anteriormente comentadas, cuenta con los muebles y productos que entran dentro de la marca Amazon Basics, además de con la marca de muebles clásicos Ravenna Home.
El reto de vender muebles sin que el comprador pueda probarlos
Amazon comenzó siendo una web de venta online, pero su capacidad de crecimiento y el deseo de expandirse de su propietario han llevado a la marca a todos los ámbitos económicos. No solo se han montado ya en el carro de los servicios financieros en el que van muchas grandes tecnológicas, sino que hace la competencia a marcas muy consolidadas y que ven su reinado peligrar ante una de las empresas más grandes del mundo.
Aunque la compañía estadounidense lleva mucho tiempo vendiendo muebles, hace unos años que apostó por este segmento y decidió sacar sus propias marcas y tomar otras como exclusivas. Varios catálogos enteros de decoración se pueden comprar ya en la web.
En un momento en el que la venta online atraviesa todos los segmentos, tanto de productos como de servicios, parece que hay algunos sectores que se resisten, como la ropa y los muebles. Mucha gente no quiere comprarse un pantalón sin antes habérselo probado y mucha otra no quiere comprarse un sofá sin haber podido tumbarse (al menos cinco minutos) en él.
Algunas marcas, como Ikea, si bien han implantado con celeridad y efectividad su tienda en la web, carecen de las ventajas que animan a la gente a comprar online; principalmente, gastos de envío asequibles. Aunque desde Ikea señalan que han implantado puntos de recogida en sus ‘Ikea Diseña’ y costes de envío a partir de cuatro euros para accesorios y pequeños muebles (con volumen y peso máximos), se debe tener en cuenta que comprar un mueble grande como puede ser un armario o un sofá sigue teniendo un precio de envío que ronda los 50 euros.
A esta cuestión hay que añadirle que la marca no ha sabido optimizar sus tiendas en lugares céntricos, teniendo que desplazarse hasta la periferia de las ciudades para poder ver la mayoría de sus productos en persona.
Aunque Ikea no ha perdido fuerza en el mercado de los muebles, muchas tiendas de decoración han puesto sus esfuerzos en mejorar el servicio a domicilio para poder competir.
Imágen | Dreamstime
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Amazon quiere competir contra Ikea vendiendo muebles: la realidad aumentada, las marcas propias y los envíos gratuitos son sus principales armas
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Xataka
por
Beatriz Rincón
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