Nintendo “hace un Disney” con el lanzamiento de ‘Super Mario 3D All-Stars’: cómo jugar con la escasez de un producto para vender más
El anuncio de las futuras novedades de Nintendo vinculadas al 35 aniversario de ‘Super Mario Bros.’ dejó a los fans más que satisfechos: un montón de novedades basadas en los juegos clásicos del fontanero italiano, como es normal en un catálogo enfocado a su cumpleaños, y que tomaron muy distintas formas, de karts de juguete reales a reformulaciones multijugador de sus títulos más icónicos. Y también recopilatorios, claro. El más notable fue ‘Super Mario 3D All-Stars’, una colección de versiones remasterizadas de tres juegos clásicos de Mario en 3D: ‘Super Mario 64‘ (Nintendo 64), ‘Super Mario Sunshine‘ (Gamecube) y ‘Super Mario Galaxy‘ (Wii).
Pese a la ausencia de la segunda entrega de ‘Super Mario Galaxy’, superior a su precedente y uno de los reyes indiscutibles del catálogo de Wii, la recopilación fue recibida con entusiasmo, ya que eran juegos esenciales de la mascota de la compañía que para ser disfrutados, había que recurrir a las aparatosas consolas originales. El juego fue anunciado para el 18 de septiembre en formato físico y digital para Switch, pero con un detalle extra que dejó desconcertados a los fans.
La recopilación estará disponible en un número limitado de copias en físico, y será retirado de la Nintendo eShop (y los que queden en tiendas, si quedan) el 31 de marzo de 2021. Apenas siete meses para hacerse con el juego, en una decisión que Nintendo justifica como parte de la celebración del aniversario de ‘Super Mario Bros.’ que no tiene sentido prolongar. Sin embargo, muchos jugadores han expresado su descontento con el juego. Para empezar, es obvio que va a generar un mercado de reventa posterior en cuanto el título deje de estar disponible, y con los precios hinchados. Y no estamos hablando de un juego con una tirada limitada, numerada o especial: hasta el 31 de marzo Nintendo no pondrá un límite de descargas en la eShop.
Nintendo, más Disney que nunca
Nintendo siempre ha sido comparada con Disney por razones obvias. La orientación de sus productos a un público familiar (en ocasiones de forma muy estricta, vetando de su catálogo productos para mayores de edad) no les ha impedido convertirse en gigantes del entretenimiento. Ambos exprimen sin piedad unas cuantas IPs muy jugosas (Marvel, Disney, Pixar, Mario, Zelda) y, en algún caso, hasta llevan a cabo prácticas empresariales paralelas.
Una de ellas es la que durante un tiempo se conoció como “La cámara acorazada de Disney”, que os explicamos en profundidad en este artículo. Se trataba de una táctica llevada a cabo por Disney con las ediciones domésticas de sus películas, que ponía a la venta durante un tiempo limitado para luego aislarlas en su metafórica “caja fuerte”. Allí esas películas se revalorizaban, se generaba la necesidad del mercado por ellas, y entonces volvían a editarlas por tiempo limitado.
Con la llegada del streaming y la importancia cada vez menor de los formatos domésticos, esa táctica perdió fuerza, pero Disney ha aprendido la lección y y no la ha abandonado por completo. Por ejemplo, con la desaparición de buena parte del catálogo de Fox, ahora propiedad de la compañía. Los clásicos de Disney están ahora todos disponibles en Disney+; son ‘Alien’, ‘El planeta de los simios’, ‘Depredador’ y demás franquicias históricas de Fox las que han sido arrinconadas en la cámara acorazada.
Nintendo parece querer seguir esta técnica con ‘Super Mario 3D All-Stars’, al menos la parte de anunciar “por tiempo limitado” la disponibilidad del lanzamiento. Si será definitiva o, al estilo Disney, volverá dentro de un par de temporadas (en el caso de la Casa del Ratón, las películas se esfumaban durante siete u ocho años) o en una futura consola, está por ver. Pero la estrategia de fondo está clara: dotar de un valor extra a una escasez artificial que no tiene nada que ver con las necesidades del mercado.
El problema del FOMO
Tal y como han señalado algunos jugadores, como el programador Rafa Laguna, esta necesidad artificial creada por Nintendo tiene otra peligrosa cara: el síndrome conocido como FOMO (Fear Of Missing Out, Miedo A Perderse Algo). Se trata de una dolencia de la que se habla cada vez más debido a cómo impacta en los internautas de forma asidua. Es el miedo a, por ejemplo, perderse eventos, noticias o actualizaciones, lo que lleva a una necesidad de estar conectados que puede derivar en adicción con facilidad.
Detrás del movimiento de #Nintendo de hacer una edición “digital limitada” hay una jugarreta psicológica muy utilizada en márketing.
Las marcas juegan con la ansiedad social que surge de quedarnos fuera de una nueva moda o perder un producto por esperarnos demasiado.
Sigo👇👇👇 pic.twitter.com/QIDcyXd4sD
— Rafa Laguna (@RafaLagoon) September 3, 2020
En el caso de Nintendo, no se trata de una adicción, sino del miedo del jugador a dejar pasar estos límites impuestos de forma artificial. Desde luego, hay tiempo de sobra para comprar el juego en esos siete meses, pero el FOMO puede llevar a comprar de forma impulsiva por si acaso más adelante nos olvidamos, y Nintendo quiere beneficiarse de ese tic. Y desde luego, Nintendo transmite el mensaje de “si no compras este recopilatorio ahora, te verás obligado a sacar la Wii del trastero”. Y eso sí que puede llevar a más de uno a abrir la cartera.
No es la primera vez que Nintendo lleva a cabo una táctica de este tipo. De hecho, de forma más moderada, también está presente en otro juego de esta tanda de anuncios, ‘Super Mario Bros. 35‘, aunque aquí hay cierta justificación al ser un battle royale online que exige el soporte de Nintendo. Pero es inevitable recordar el caso de la NES Mini, la consola oficial de Nintendo que emulaba los clásicos de la compañía, y que llegó a triplicar su precio original en internet.
De hecho, el fenómeno de las reventas llevó a Reggie Fils-Aimé a incrementar la producción de la Super NES Mini para que no sucediera lo mismo que con su predecesora. Y surtió efecto, ya que se disipó la especulación con ella. Esta especulación no es ajena a prácticamente ninguna pieza de hardware de Nintendo, ya que hasta superventas como Switch han tenido en algún momento escasez de suministros, con las consiguientes reventas a precios disparatados en internet.
Siempre ha planeado sobre Nintendo la sombra de la sospecha de que algo de intencional había en esta escasez de unidades en muchos de sus lanzamientos. NES Mini detuvo su producción sin demasiadas explicaciones por parte de Nintendo. Y durante un tiempo se habló mucho del tremendo mercado de especulación que se generó en torno a los amiibo. Un terreno pantanoso para una empresa gigante como Nintendo, que no escapa a determinadas estrategias dudosas, pero a quien sin duda le conviene redoblar sus esfuerzos en estos aspectos para que su prestigio no se ponga en duda.
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Nintendo “hace un Disney” con el lanzamiento de ‘Super Mario 3D All-Stars’: cómo jugar con la escasez de un producto para vender más
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Xataka
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John Tones
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