La charla Zidane-Guardiola y las claves de la superioridad táctica del Manchester City
Champions
La charla Zidane-Guardiola y las claves de la superioridad táctica del Manchester City
La presión adelantada ante los centrales blancos y el trabajo a la espalda de Casemiro fueron letales para ‘Zizou’, lento en los cambios.
La charla entre Pep Guardiola y Zinedine Zidane al término del partido en el Etihad Stadium será una de las imágenes más representativas de la Champions 2020. Acabada la batalla, dos de los técnicos más prestigiosos de Europa guardaron un minuto que suponía sólo un anticipo para el futuro. “Le felicité por la Liga, le pregunté por su familia. Ojalá algún día podamos cenar y hablar de todo”, adelantó el español, absoluto vencedor del duelo táctico, primer verdugo del francés en una eliminatoria del máximo torneo continental. Estas fueron las claves de la supremacía de Guardiola en Manchester.
El acierto en la presión
La baja de Sergio Ramos condicionaba la salida del balón, así que el City incidió sin descanso en ahogar a los centrales, merced al gran posicionamiento de Raheem Sterling y Gabriel Jesus por fuera, más Phil Foden en el pasillo central. Ederson lanzó 10 balonazos en los primeros 45 minutos a campo rival, entre otras razones, porque el City se sentía más cómodo presionando que tocando el balón.
Fórmula repetida
El partido del Bernabéu se definió con un giro táctico tan sencillo como definitivo: la renuncia a la figura del ‘9’ en favor de un Gabriel Jesus que convirtiera el costado derecho en una zona intransitable. En Manchester, los dos errores de Raphael Varane fueron consecuencia, también del trabajo del brasileño sobre esa zona. El rombo defensivo de Guardiola fue demasiado para un adversario privado además de la calidad de Marcelo en esas lides.
Un interior fabuloso
Kevin de Bruyne condicionó por completo todo el plan del rival, con especial mención para su segundo tiempo. Su verticalidad desde la zona derecha, su paciencia, su zancada, su disparo, su último pase… No hay nada que el belga no sepa hacer al máximo nivel. No hay un centrocampista más completo ni más decisivo en toda la Champions. A los 29 años le ha llegado el momento de demostrarlo en Lisboa.
Control total
Con el avance del reloj y el cansancio, en lugar de recular, el City sí que supo imponer su calidad en territorio rival. Su empeño inicial en superpoblar el centro derivó en un cambio de estructura, con los extremos mucho más abiertos. Como conclusión, cerró el duelo con más del doble de disparos (21-9), el 54% de posesión y sin sufrir un solo percance reseñable en su área.
A la espalda de Casemiro
Había sido una de las claves de la ida y Zidane tampoco pudo esta vez taponar la sangría. Por ahí crujió el Madrid, cuando De Bruyne y Foden explotaron el carril central. Las dudas afectaron demasiado al brasileño, uno de los mejores mediocentros del mundo, sin capacidad esta vez para robar y extrañamente errático en los pases.
Ausencia irreparable
Los gritos de Ramos desde la tribuna no lograron tranquilizar a Eder Militao y Varane que, privados de su compañía, parecieron mucho peores defensas de lo que realmente son. Fue la sexta derrota del Madrid en los siete últimos partidos de Champions sin su capitán.
Lentitud en los cambios
El Madrid pareció siempre a la expectativa, sin ese punto de ambición extra que requería una remontada. Sin ese poderío, tampoco, que podrían haberle otorgado Fede Valverde y Vinicius Jr en el arranque del segundo acto. El triple cambio, a la desesperada y con sólo siete minutos por delante, debió ser afectar mucho más temprano a Modric y Hazard.
Extremo derecho
Los agobios iniciales se aliviaron merced a la posición de Luka Modric, que se retrasó todo lo posible para ayudar a Varane y Militao en la salida. Una vez en campo rival, el Madrid se hizo vertical cuando Rodrygo, más abierto que de costumbre, pudo desafiar a Cancelo por el perfil derecho, gracias a los apoyos de Karim Benzema y el propio Modric. Para desdicha de Zidane, no hubo continuidad en la segunda parte.
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