La etapa reina de la Vuelta a Polonia sirvió de escenario para otra exhibición de Remco Evenepoel, reciente vencedor de la Vuelta a Burgos. El prodigio belga, de 20 años, se apuntó la victoria y asumió el liderato tras coronar un ataque de 51 kilómetros y confirmar su superioridad sobre el resto de favoritos en las tres últimas dificultades montañosas del sábado.

El líder del Deceuninck-Quick-Step aventajó en dos minutos a Jakob Fuglsang (Astana), Simon Yates (Mitchelton) y Rafal Majka (Bora) y le sobró tiempo para cruzar la meta con el dorsal 75 en la mano. Un emocionado tributo a Fabio Jakobsen, su compañero de equipo, gravemente herido en la primera etapa de esta prueba.

Las tres vueltas en las que se había programado la jornada, con 48,5 kilómetros cada una, fueron pan comido para Evenepoel, con un ritmo infernal en las rampas de Bukowina Tarzaska, la última ascensión de la jornada.

Ataque sorpresa

Su ataque coincidió con el momento en el que pelotón engullía a Nathan Haas, Chris Harper, James Whelan, Patryk Stosz y Kamil Malecki. De inmediato adquirió una ventaja de 20 segundos que ya había doblado en los 12 kilómetros siguientes. De modo que a falta de 30 kilómetros ya manejaba un minuto de colchón sobre sus perseguidores.

El esfuerzo en solitario del genio de Aalst contrastaba con el sufrimiento de Richard Carapaz (Ineos), que el viernes se había vestido de líder. Tras verse involucrado en una caída en compañía de su gregario Ian Stannard, el ecuatoriano nunca encontró el ritmo de persecución. Evenepoel, por contra, fue capaz de doblar su ventaja y mantenerla hasta la meta.

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