El día que Pontiac fabricó un coche transparente para promocionar el material del momento: el plexiglas
En 1939, durante la feria mundial celebrada en Nueva York, General Motors buscaba atraer miradas, lo consiguió. Bajo su marca Pontiac, presentaron al mundo el primer coche transparente. Una obra de tecnología que sacaba a la luz las últimas innovaciones de la época. Todo para presentar al mundo un material tan mundano como lo es ahora el plexiglas.
El coche no estaba hecho para salir al mercado así, sólo se crearon dos unidades de hecho. Por lo contrario, la idea más bien era promocionar el plexiglas como el material innovador del momento, tuviese o no utilidad en la carrocería de un coche. El plexiglas es un tipo de plástico transparente y capaz de ser doblado, ideal para sustituir al vidrio en determinados casos.
El (peculiar) Pontiac Ghost
Conocido como Pontiac Ghost, este coche “fantasma” destacaba por tener una carrocería absolutamente transparente. En consecuencia dejaba ver el interior y todo el sistema del motor y resto de componentes. Parecía más bien un coche de juguete gigantesco, pero en realidad funcionaba como uno normal y corriente.
Dado que el coche se basaba en el Pontiac Touring, el interior realmente no innovaba en absoluto. Era en realidad un coche normal en rendimiento. Sin embargo, para hacerlo más bonito, decidieron pintar y dar un lavado en cobre a la estructura interna que salía a relucir a través de la carrocería. Todos los componentes internos estaban cromados, además las ruedas y las llantas se pintaron en blanco para hacerlo más fantasmagórico aún.
Mientras que General Motors se encargó del interior, fue la compañía Room and Hass quien desarrolló la carrocería. Especializados en el nuevo material plexiglass, crearon una copia exacta de la carrocería de chapa en el plástico transparente sustituto del vidrio.
Mientras que este modelo se exhibió en la feria mundial de Nueva York, una segunda unidad fue construida para una exhibición en el Golden Gate de 1940. a partir de ahí, los dos coches fueron moviéndose y desplazándose por las instalaciones de Pontiac en Estados Unidos para exposiciones temporales. El coche finalmente fue subastado hace una década, el pasado 2011. Su precio alcanzó más de 300.000 euros al cambio.
¿Utilidad de esto? Lo cierto es que añadir plexiglass a la carrocería de un coche realmente no tiene utilidad alguna. Es un material no apto para impactos y no amortigua ni de lejos tanto como lo puede hacer el aluminio. A día de hoy, si se utiliza plexiglass en los coches es más bien para ventanillas, pantallas y detalles mínimos donde sale más rentable por peso y costes que el vidrio.
Mostrando la belleza de la tecnología
El Pontiac Ghost no es el único producto tecnológico que ha dejado ver sus tripas a lo largo de la historia. Recientemente tenemos el caso del Xiaomi Mi 9 Transparent Edition, un móvil de edición limitada que destacaba precisamente por mostrar lo bello que es por dentro con sus circuitos y procesadores. Se descubrió que realmente era falsa.
El teléfono que sí que no engañó con esto fue el LG FxO, una colaboración especial entre LG y Mozilla donde una carcasa en beige dejaba ver en todo su esplendor el interior del teléfono móvil. Digno de entrar en la lista de productos donde el diseño no está reñido con la tecnología.
Vía | HAGERTY
Imágenes | RM Sotheby’s/Aaron Summerfield
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La noticia
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Cristian Rus
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